Consejos prácticos para comer en Francia
Comer un brunch, almorzar o cenar, en casa o fuera, especialidades francesas o cocina del mundo. Según tus gustos, puedes salir, cocinar o pedir comida hecha. La mejor forma de comer, incluso en el país del arte de la buena mesa, sigue siendo la tuya.
Ir al restaurante
A los franceses les encanta ir al restaurante en distintas ocasiones, ya sea para celebrar un acontecimiento o simplemente para pasar un momento agradable. En Francia hay una gran cantidad de restaurantes y puedes degustar en ellos tanto las especialidades francesas como la cocina del resto del mundo
Los precios adoptados por los restaurantes son muy variados y no siempre están al alcance de un estudiante. Pueden oscilar entre diez euros por una comida completa en un restaurante de barrio, hasta varios cientos de euros en los grandes restaurantes gastronómicos, galardonados, de chefs famosos como Hélène Darroze, Paul Bocuse o Alain Ducasse. Un consejo: lee siempre la carta y los precios antes de ponerte cómodo.
Algunos sitios web, como La Fourchette, te permiten reservar y, en ocasiones, disfrutar de un descuento en la cuenta. Última recomendación: en Francia, el servicio va siempre incluido en el precio y no se deja propina a menos que se haya quedado muy satisfecho con el servicio (alrededor del 5 al 10 % del importe total).
Ir al mercado
Tanto en casa como de vacaciones, esta es una tradición que a los franceses les encanta conservar: ir al mercado. Si te gusta cocinar, mézclate con la gente y recorre las calles del mercado más próximo a tu casa.
Allí encontrarás frutas y hortalizas frescas, platos cocinados, especialidades de la región. También es el lugar ideal para comprar productos llegados de otros lugares, especias e, incluso, hierbas aromáticas.
Una buena alternativa a los supermercados para comer bien sin gastar demasiado y siguiendo los consejos de los tenderos.
Los restaurantes universitarios
Los estudiantes franceses frecuentan habitualmente los restaurantes universitarios, tanto por una cuestión de presupuesto como por motivos prácticos. Suelen estar situados en los campus o cerca de las facultades del centro urbano; así pues, no dudes en entrar en uno de los 450 restaurantes universitarios de Francia.
Por 3,25 euros, disfrutarás de un almuerzo completo con entrada, plato principal y postre. Para acceder a ellos y pagar tu comida, basta con presentar tu credencial de estudiante.
Algunos de ellos, también gestionados por el CROUS, están abiertos incluso por la noche y en fin de semana.
Los Food Trucks
Para variar, déjate tentar por uno de los numerosos Food Trucks estacionados en las esquinas o a la salida de las universidades. Ofrecen posibilidades para todos los gustos: hamburguesas, hot dogs, especialidades regionales e, incluso, cocina del mundo. Ofrecen una solución original, sabrosa y generalmente económica para comer sobre la marcha. Dignos herederos de los camiones de pizza y de los puestos de papas fritas, tienen mucho éxito en las ciudades y durante eventos como los festivales.
Comprar comida para llevar o pedir comida desde casa
Si no eres un experto en la cocina o si no tienes tiempo para preparar un plato decente, puedes comprar comida para llevar en numerosos servicios de catering o restaurantes (sobre todo, pizzerías). No dudes tampoco en encargarla.
Los servicios de entrega a domicilio son muy demandados en Francia. Son muchos los restaurantes que ofrecen esta solución a sus clientes.